lunes, 26 de septiembre de 2016
miércoles, 1 de junio de 2016
Mary Beard, premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales en 2016
Artículos destacados en la prensa española sobre Mary Beard:
EL PAÍS
Elvira Lindo. "Las palabras hieren".
El caso de Mary Beard es paradigmático. Lo seguí hace un año, cuando varios medios, The New Yorker, The Guardian o la BBC se hicieron eco de una conferencia que esta prestigiosa investigadora del mundo clásico, profesora de Cambridge, colaboradora del TLS e infatigable divulgadora de la vida en la Antigua Roma, impartió en el British Museum. Tenía por título Oh Do Shut Up Dear (Venga, cállate, querida) y en ella la autora hacía un prolijo recorrido a través de la historia de cómo los hombres han tratado de callar la voz de las mujeres.
EL PAÍS SEMANAL. "Los romanos crearon el mundo globalizado"
Es tan famosa en Twitter como reconocida en el mundo académico por sus investigaciones sobre la antigua Roma. Gran erudita capaz de combatir el acoso en las redes sociales, defiende que los desastres de nuestro tiempo no son muy superiores a los del Imperio.
EL MUNDO
"Los romanos nunca habrían entendido el concepto de 'emigrante ilegal"
Mi experiencia es que las personas siguen buscando el conocimiento y, más en concreto, el conocimiento sobre la Antigüedad. No tenemos que admirar a los romanos. De hecho, en muchos sentidos es muy difícil admirar a los romanos, por ejemplo, si eres mujer. Pero entender la Antigüedad nos ayuda a entender mejor nuestro propio mundo"
ABC
Mary Beard: «Estoy rotundamente a favor de que Gran Bretaña siga dentro de la UE»
No estoy segura de que podamos tomar lecciones directas de los romanos, eran tan diferentes…, y hay muchas cosas que yo no admiro de ellos. Sí admiro el modo en que encararon el problema de vivir en una comunidad cosmopolita y su intento de teorizar cuestiones como la ley y la libertad. También admiro su autocrítica. «Hicieron un desierto y lo llamaron paz» [cita al historiador Tácito] es una de las denuncias del imperialismo más poderosas que se han hecho jamás.
EL PERIÓDICO
"Es importante no admirar a los romanos"
Creo que es importante no admirar a los romanos. Fueron brutales, si no genocidas incluso. Pero aun así podemos seguir considerándolos interesantes
EL PAÍS
Elvira Lindo. "Las palabras hieren".
El caso de Mary Beard es paradigmático. Lo seguí hace un año, cuando varios medios, The New Yorker, The Guardian o la BBC se hicieron eco de una conferencia que esta prestigiosa investigadora del mundo clásico, profesora de Cambridge, colaboradora del TLS e infatigable divulgadora de la vida en la Antigua Roma, impartió en el British Museum. Tenía por título Oh Do Shut Up Dear (Venga, cállate, querida) y en ella la autora hacía un prolijo recorrido a través de la historia de cómo los hombres han tratado de callar la voz de las mujeres.
EL PAÍS SEMANAL. "Los romanos crearon el mundo globalizado"
Es tan famosa en Twitter como reconocida en el mundo académico por sus investigaciones sobre la antigua Roma. Gran erudita capaz de combatir el acoso en las redes sociales, defiende que los desastres de nuestro tiempo no son muy superiores a los del Imperio.
EL MUNDO
"Los romanos nunca habrían entendido el concepto de 'emigrante ilegal"
Mi experiencia es que las personas siguen buscando el conocimiento y, más en concreto, el conocimiento sobre la Antigüedad. No tenemos que admirar a los romanos. De hecho, en muchos sentidos es muy difícil admirar a los romanos, por ejemplo, si eres mujer. Pero entender la Antigüedad nos ayuda a entender mejor nuestro propio mundo"
ABC
Mary Beard: «Estoy rotundamente a favor de que Gran Bretaña siga dentro de la UE»
No estoy segura de que podamos tomar lecciones directas de los romanos, eran tan diferentes…, y hay muchas cosas que yo no admiro de ellos. Sí admiro el modo en que encararon el problema de vivir en una comunidad cosmopolita y su intento de teorizar cuestiones como la ley y la libertad. También admiro su autocrítica. «Hicieron un desierto y lo llamaron paz» [cita al historiador Tácito] es una de las denuncias del imperialismo más poderosas que se han hecho jamás.
EL PERIÓDICO
"Es importante no admirar a los romanos"
Creo que es importante no admirar a los romanos. Fueron brutales, si no genocidas incluso. Pero aun así podemos seguir considerándolos interesantes
miércoles, 20 de abril de 2016
jueves, 7 de abril de 2016
miércoles, 6 de abril de 2016
Lotófagos digitales
Lotófagos digitales
Lo cuenta Homero en 'La Odisea'. Extraviadas las naves, arriban a una isla donde sus habitantes se alimentaban de una planta singular -el loto, «dulce como la miel»- que hace olvidar los recuerdos. Algunos navegantes lo probaron como agasajo de aquellos lotófagos y ya no quisieron volver a su patria. Instalados en la isla de la desmemoria, no recordaban que tenían en Ítaca familia a la espera y dejaba de tener sentido la 'odisea' de vuelta a casa. Sólo la determinación de Ulises logra llevarles de nuevo a rastras y entre lágrimas a las cóncavas naves. La enseñanza homérica inmediata es clara: olvidar es desentenderse de nuestro linaje y nuestras fuentes aguas arriba. También de algunos deberes. Y supone, además, la abolición de cualquier viaje posible. Pero hay otra lección menos evidente: la amnesia implica a su vez quedar desposeído de casa, de domicilio conocido, y vivir a la intemperie fuera de la 'polis'. Homero sabía muy bien que la diosa de la memoria, Mnemósine, era la madre de las Musas que hacían este mundo humano algo más vivible. Al respecto añade Hesíodo que los reyes y poetas podían hablar con autoridad por su posesión de Mnemósine, esto es, por su «saber recordado». Sin la memoria no habría habla posible salvo la del bárbaro que es «el-que-balbucea» ('barbaroi'). Y cuya algarabía trae la barbarie, como comprobamos ahora en los gritos suicidas del yihadista que preceden al detonar de sus bombas.
Lo cuenta Homero en 'La Odisea'. Extraviadas las naves, arriban a una isla donde sus habitantes se alimentaban de una planta singular -el loto, «dulce como la miel»- que hace olvidar los recuerdos. Algunos navegantes lo probaron como agasajo de aquellos lotófagos y ya no quisieron volver a su patria. Instalados en la isla de la desmemoria, no recordaban que tenían en Ítaca familia a la espera y dejaba de tener sentido la 'odisea' de vuelta a casa. Sólo la determinación de Ulises logra llevarles de nuevo a rastras y entre lágrimas a las cóncavas naves. La enseñanza homérica inmediata es clara: olvidar es desentenderse de nuestro linaje y nuestras fuentes aguas arriba. También de algunos deberes. Y supone, además, la abolición de cualquier viaje posible. Pero hay otra lección menos evidente: la amnesia implica a su vez quedar desposeído de casa, de domicilio conocido, y vivir a la intemperie fuera de la 'polis'. Homero sabía muy bien que la diosa de la memoria, Mnemósine, era la madre de las Musas que hacían este mundo humano algo más vivible. Al respecto añade Hesíodo que los reyes y poetas podían hablar con autoridad por su posesión de Mnemósine, esto es, por su «saber recordado». Sin la memoria no habría habla posible salvo la del bárbaro que es «el-que-balbucea» ('barbaroi'). Y cuya algarabía trae la barbarie, como comprobamos ahora en los gritos suicidas del yihadista que preceden al detonar de sus bombas.
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